Lo observamos bien y rápidamente deducimos que podía ser él: su espada, su mano en el pecho, y su cara... aunque ese traje todavía no nos acaba de convencer. Pero bueno, como la mayoría de las pistas nos decían que sí, decidimos hacerlo en grande para ponerlo en clase y ver si alguien en algún momento nos da alguna pista de donde está.
Para hacerlo, lo primero que hicimos fue fijarnos en sus formas alargadas y en sus colores. Casi todo era negro, así que pintamos, pintamos y pintamos con mucho negro. Un poquito de carne y por último lo que más nos gustó: ¡PAN DE ORO Y DE PLATA! (si hubierais visto sus caritas cuando lo vieron :)).
Ahí tenéis el proceso y el resultado (aún nos queda una cosita por poner... pero no podíamos esperar para enseñároslo :)).
No hay comentarios:
Publicar un comentario